El Colegio acoge la presentación de 'Los penitentes de las madonnas', del letrado Pablo Cortecero

C:\inetpub\web\Content\Upload\1770da1e-507d-4c95-ac35-19d7f070dc08.jpeg

La novela ‘Los penitentes de las madonnas’ (Libros Indie, 2022) dormía en un cajón del escritorio del abogado Pablo Cortecero desde 2014. Y eso que incluso había sido sometida a un proceso de revisión por su círculo cercano respecto al boceto original de 2013. No fue hasta el confinamiento cuando esta obra comenzó a ver la luz, tímida, a través de los primeros capítulos que publicaba su autor en su recién creado perfil de Facebook.

Este fue el germen de la ópera prima del letrado de Torredonjimeno, antes de decidirse a editarla alentado por las buenas críticas y apoyos recabados en la red social. Ahora, ya con el libro en la calle, Cortecero ha querido presentarlo en el Colegio de Abogados de Granada, dentro de la intensa agenda de actos culturales que organiza la Junta de Gobierno, con el objetivo de fomentar una formación integral, más allá del plano jurídico, del colectivo profesional, según explicó el decano de la Corporación, Leandro Cabrera.

El evento, celebrado en la mañana del 29 de noviembre, también contó con la intervención de José Calabrús Lara, decano emérito del Colegio de Abogados de Jaén, quien recordó el origen de su relación con el autor, al que acogió como uno de sus primeros pasantes, aunque Cortecero ya cuenta con más de 42 años de ejercicio profesional de esa abogacía tradicional “de provincias”, hoy en crisis, que ambos desarrollaban. “Los abogados tenemos madera de escritores; todos escribimos para comer, pero no todos lo hacemos bien, y de entre los que sí, hay solo unos pocos que escriben novelas”, comentó Calabrús, incluyendo al que fuera su pupilo en este último grupo. “Ya se le notaba buena y clara prosa desde sus inicios, además de un punto de ironía”, rememoró el jurista.

La calidad de su prosa queda patente en esta primera novela, una obra de investigación criminal judicial, más que del género negro, como prefiere definirla el escritor, ambientada en la década de 1972-73/1982-83 y ubicada a caballo entre Jaén y Granada. En ‘Los penitentes de las mandonnas’ Cortecero transforma en ficción lo aprendido de la práctica diaria y lo inspirado por autores como Lorenzo Silva o Dolores Redondo. En el libro, una serie de suicidios por ahorcamiento en diferentes lugares de la campiña andaluza empiezan a resultar sospechosos para los investigadores policiales y judiciales. Aunque los supuestos suicidas no parecen guardar relación entre sí, todos ellos visten trajes grises, se cuelgan de un cordón morado, tienen su cuerpo rapado y, además, llevan pegada sobre su pecho, justo encima del corazón, la estampa de una virgen.

Será un suboficial de la Guardia Civil, lejos de arquetipos detectivescos, quien se encargará de averiguar qué se esconde detrás de los ahorcamientos y dar con la causa de los mismos. Para ello, explicó Cortacero, “el protagonista cuenta con la ayuda de todo el elenco que está a su alrededor (jueces, fiscales, policías…) y hasta la magia blanca, encarnada en una niña vidente” que le ayudará a desentrañar el misterio que se oculta tras esos ahorcados”, haciendo un guiño al realismo mágico sudamericano.

Puedes acceder al vídeo de la presentación en este enlace.