El Colegio y la RAJYL ratifican un nuevo marco de colaboración entre ambas instituciones

Firma convenio SL.jpg

La actividad de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada ha ido siempre de la mano del Colegio de Abogados, desde que la Corporación profesional la fundara en el siglo XVIII. A partir del 5 de febrero, esta centenaria relación se refuerza con la firma de un convenio de colaboración que estrecha el vínculo fraternal entre ambas instituciones jurídicas.

Así lo han suscrito el decano del Colegio de Abogados de Granada, Leandro Cabrera Mercado, y el presidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada, Rafael López Cantal, encargados de ratificar el nuevo acuerdo en la sede colegial de Santa Ana, acompañados en el acto por el vicedecano y diputado Primero de la Junta de Gobierno, Antonio Mir, y el secretario, Guillermo Padilla, por parte de la Abogacía; y, en representación de la Academia, el secretario, José Mª Rosales de Angulo, y el vocal, Miguel de Angulo Rodríguez.

“La intención del convenio es retomar la relación entre instituciones hermanas que han convivido siempre en paz y en armonía y que regreséis de facto y a todos los efectos a vuestra casa”, expuso Cabrera al dar la bienvenida a López Cantal.  “A partir de hoy, seguiremos funcionando como lo que somos, dos instituciones hermanas, y este convenio que habéis formalizado y suscrito tan rápidamente evidencia ese espíritu”, añadió el presidente de la Academia.

De este modo, el Colegio de Abogados garantiza su apoyo a la Academia, ofreciéndole una infraestructura burocrática y administrativa suficiente para el desarrollo de su actividad, una labor que, según destacó el decano granadino, “prestigia al Colegio y constituye una parte fundamental del cometido de la Abogacía”. En concreto, este nuevo marco de colaboración estipula que la Corporación académica mantendrá su sede en la del Colegio de Abogados, al tiempo que este pondrá a disposición de la primera los medios personales y materiales precisos para que la Academia y sus órganos de gobierno puedan desempeñar sus fines y funciones y contar con la infraestructura técnica necesaria a tales efectos.

Asimismo, el convenio permite a la Academia mantener en las instalaciones colegiales la Secretaria, la Biblioteca y los archivos y soportes documentales propios de su actividad y contar con un Secretario Técnico, designado por el Colegio, que será auxiliado por el personal y departamentos competentes de la institución profesional. Por su parte, la Academia se compromete a remitir a la Biblioteca colegial ejemplares de todas las obras que edite y a informar de todos sus actos al Colegio, eventos que serán difundidos, a su vez, por la Corporación profesional a través de los distintos canales informativos existentes. “Tenemos que ayudarnos y prestigiarnos mutuamente, porque algo que en algo que empezamos en el siglo XVIII, los contemporáneos no tenemos derecho a liquidarlo”, apostilló López Cantal.

Compuesta por académicos de número, de honor, correspondientes y honorarios, todos ellos elegidos entre juristas de reconocido prestigio, la Real Academia constituye el aglutinante de cuantas personas se dedican al trascendental ejercicio de las profesiones jurídicas en las provincias de Granada, Almería, Jaén y Málaga.

Si bien la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada nació en el seno del Colegio de Abogados con el objetivo de impartir conocimientos prácticos a los jóvenes licenciados en Derecho que se iban a incorporar al colectivo profesional, en la actualidad, los fines del organismo se centran en el estudio y la investigación científica y práctica del Derecho, así como el cultivo y desarrollo de las diferentes disciplinas jurídicas y de otras ciencias afines mediante la organización de seminarios, cátedras, coloquios, cursillos, conferencias, concursos, publicaciones, ediciones, informes y consultas, así como las actividades de bibliotecas, celebración de congresos, relaciones y colaboraciones con instituciones afines, universidades o colegios profesionales, según recogen sus vigentes Estatutos, aprobados en 1980.