El Grupo de Derecho de la Cultura arroja luz sobre la protección jurídica del flamenco

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Los encargados de profundizar en la materia fueron Antonio Manuel Rodríguez Ramos, profesor de Derecho Civil de la Universidad de Córdoba, y David García Sorroche, artista y docente de flamenco


En noviembre de 2010 la UNESCO incluyó el flamenco en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. A pesar del tiempo transcurrido, aún hoy día existen muchas lagunas legales y retos jurídicos que resolver en torno a la protección normativa de esta disciplina artística.

Para arrojar luz sobre esta materia, el Grupo Especializado de Derecho de la Cultura del Colegio de Abogados de Granada celebró el pasado 20 de marzo una jornada formativa en la intervinieron Antonio Manuel Rodríguez Ramos, profesor de Derecho Civil de la Universidad de Córdoba, y David García Sorroche, artista y docente de flamenco, acompañados por la presidenta de la agrupación, Patricia Bueso, y el vocal Álvaro Blázquez.

Por su parte, Rodríguez Marcos aportó un enfoque legal sobre la protección jurídica del flamenco. “El flamenco es universal porque está hecho de raíces y alas, y aunque el flamenco no tiene dueño, sí tiene madre; la pregunta es si además tiene padre”, introdujo el profesor universitario. El experto aclaró a los asistentes cuál es el objeto de protección, el dominio público o derechos de autor; a quién se debe proteger (autores, intérpretes, divulgadores); y cómo debe protegerse el flamenco, si a través de derechos de colectividades o derechos individuales. Asimismo, terminó su ponencia reclamando una mayor defensa y protección del dominio público en el flamenco, especialmente en casos de escasa o nula originalidad objetiva o cuando no existan derechos patrimoniales, y un mayor reconocimiento jurídico de los derechos de autor a los intérpretes, a través de la declaración de obra colectiva o el registro de Propiedad Intelectual.

Por su parte, García Sorroche compartió su experiencia desde el punto de vista del artista y los problemas jurídicos a los que se enfrenta el colectivo. “En muchas ocasiones nos sentimos jurídicamente perdidos o desamparados”, afirmó. En este sentido, se refirió a la problemática que se encuentran los artistas flamencos a nivel fiscal, como al tener que presentar facturas a peñas; económico, por la tardanza en los pagos por parte de las entidades públicas; laboral, en relación con las responsabilidades sobre el resto de integrantes del grupo flamenco; o de propiedad intelectual, por las dudas sobre los derechos de autor en las actuaciones.

Tras sus aportaciones, ambos invitados participaron en un distendido coloquio con los colegiados, en el que intercambiaron opiniones y resolvieron dudas sobre esta interesante temática.

Puedes acceder al vídeo de la jornada en este enlace.